La Terapia Craneosacral, como disciplina en sí misma, tiene una historia relativamente corta: nace inicialmente dentro de la Osteopatía y luego se convierte, a partir de los años 70, en una disciplina autónoma. 
Al mismo tiempo, tiene raíces muy antiguas, ya que se basa en conocimientos y prácticas que están presentes, por ejemplo, en tradiciones orientales como el budismo, el yoga, el taoísmo, así como en tradiciones chamánicas.
Sobre todo dentro de la orientación Biodinámica, la disciplina Craneosacral ha redescubierto y revitalizado un modo de sentir, de percibir y de cuidar de la totalidad del ser humano que es muy antiguo y al mismo tiempo siempre actual, presente, disponible.

La visión holística que impregna esta técnica es la que al actuar sobre algunas partes del cuerpo beneficia a todos los órganos e incluso a la psique.

Cómo funciona en la práctica

El Tratamiento Craneosacral basa su práctica en la conexión de todos los órganos entre sí y con el Sistema Craneosacral.

El tratamiento se realiza con manipulaciones ligeras y delicadas de las partes que componen el Sistema Craneosacral, y que pueden sufrir contracciones en caso de estrés prolongado.  
Las manipulaciones actúan con ligeras presiones sobre la compresión de los huesos del cráneo, del sacro y de la columna vertebral (cabeza, cuello, espalda, pelvis).
El operador interactúa sobre las membranas y el flujo del líquido cefalorraquídeo dentro del sistema nervioso central, es decir, el fluido que nutre y protege el cerebro y la médula espinal, implicando precisamente órganos, glándulas, nervios, músculos, vasos sanguíneos, cerebro y médula espinal.

La Terapia Craneosacral implica el movimiento de las extremidades, de la caja torácica, la palpación de caderas y hombros, el contacto con el cráneo, con la columna vertebral y con el sacro, para detectar posibles bloqueos que luego serán tratados con diversas técnicas (trazos fasciales, técnicas de compresión y descompresión).

La sesión de tratamiento dura entre 40 y 60 minutos.


BENEFICIOS

El Tratamiento Craneosacral beneficia a todos los órganos del cuerpo, gracias a las conexiones entre los sistemas que regulan el funcionamiento del organismo.
El Sistema Craneosacral está conectado al Sistema Musculoesquelético a través del Sistema Vascular y el Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático (ver más detalles anatómicos abajo).

El tacto suave y la liberación fascial actúan sobre los dolores de cuello, espalda, hombros, tensión muscular, aliviando el estrés e induciendo una profunda sensación de relajación. 
Mejora la capacidad del cuerpo de recuperarse del dolor y de diversas disfunciones,
alivia dolores y tensiones. 
Actúa sobre el sistema hormonal e inmunológico y los estados psicológicos y emocionales.

La Terapia Craneosacral se aplica en la prevención y el tratamiento de disfunciones y patologías como:

dolores crónicos
dolor de cabeza
dolor de cuello
dolor de espalda
aparato gastrointestinal
síndrome del intestino irritable (SII)
ciclos de sueño perturbados e insomnio
trastornos del estado de ánimo como ansiedad o depresión
neuralgia
migraña
respiración
postura (restaura la posición natural de los huesos)
fibromialgia
síndrome de la articulación temporomandibular

Contraindicaciones 

Su característica dulce y no invasiva la hace adecuada para todos.
Todo el mundo puede beneficiarse, incluidos los grupos más débiles clásicos: mujeres embarazadas, bebés y personas mayores.

Es mejor evitar, en cambio, en presencia de lesión cerebral, aneurisma, accidente cerebrovascular, conmoción cerebral o trauma, fracturas de cráneo, vértebras y costillas.


ORÍGENES Y FUNDAMENTOS DE LA TERAPIA

La Biodinámica Craneosacral tiene sus raíces en la Osteopatía, comenzando con su fundador Andrew Taylor Still (1828-1917). Era médico y cirujano, que después de una crisis personal, espiritual y profesional debido a la pérdida de su esposa y varios hijos, buscó una forma alternativa de curar las enfermedades. En 1891 fundó la Escuela Americana de Osteopatía.
Cambiando el punto de vista de la medicina de la época sobre la enfermedad, dijo:
"Encontrar salud debe ser el objetivo del médico. Cualquier persona es capaz de descubrir la enfermedad".
"Todos los medicamentos necesarios para nuestra salud se encuentran en el cuerpo humano".

El acercamiento Craneal a la Osteopatía comenzó con William G. Sutherland (1873-1954), el alumno más importante de Still, cuando intuyó que los huesos craneales no están calcificados, fijos, sino que están dotados de un movimiento rítmico de tipo "respiratorio", es decir, divididos en dos fases, inhalación y exhalación.
Profundizando en esta intuición identificó cinco aspectos interrelacionados de este movimiento que llamó Mecanismo Respiratorio Primario (Primary Respiratory Mechanism): incluyen la movilidad de los huesos craneales y las membranas de tensión mutua, la motilidad del Sistema Nervioso Central, la fluctuación del líquido cefalorraquídeo y  los movimientos involuntarios del sacro entre los huesos ilíacos.
Introdujo los conceptos de Respiración de la Vida  y de potencia  de la respiración de la vida, definiéndola como la fuerza vital que impregna los fluidos, las células y los tejidos del cuerpo y que mantiene, regula y regenera todo el organismo.
Fue el primero en hablar de Marea (tide), es decir, de aquel sutil movimiento rítmico de tipo respiratorio que es precisamente similar a una marea, y que es perceptible como un movimiento lento y uniforme que va desde el horizonte hasta la línea media (exhalación) y por lo tanto, desde la línea media, vuelve al horizonte (inspiración).

El osteópata Rollin E. Becker (1910-1996), alumno y continuador del trabajo de Sutherland, utilizó por primera vez el término Biodinámico (1963) para describir el tipo de fuerzas que crean los movimientos sutiles en el cuerpo.
Enfatizó un enfoque de tratamiento osteopático basado en la escucha y la confianza en los mecanismos naturales de autocuración y autorregulación del cuerpo.
Él escribió: "La curación no ocurre en el movimiento, ocurre en la quietud (stillness)"
y también "¡Confía en la marea y no interfieras! (Trust the tide and get out of the way!) "

También es útil mencionar al osteópata estadounidense Robert Fulford (1905 - 1997), que también fue un meditador: fue un pionero en la introducción de la Medicina Energética en el contexto de la Osteopatía. 
Influenciado por William Sutherland,  usó la Terapia Craneal diciendo:
"La Osteopatía Craneal es una actividad espiritual". 
En su libro Touch of Life escribió: "Cuando me preguntan si conozco otros secretos para mantener una buena salud, mi respuesta siempre es esta: una mente tranquila. 
La tranquilidad mental implica una comprensión más profunda del cuerpo y, en consecuencia, la conciencia de la salud. (...) Luego medito dos horas y media, alrededor del diez por ciento de un día. (...) 
La meditación no es una actuación, es la disposición a dejar fluir las cosas."

El término "Terapia Craneosacral" fue utilizado por primera vez en los años 70 por el osteópata y cirujano estadounidense John E. Upledger (1932-2012): fue el primero en difundir el enfoque craneosacral fuera del ámbito osteopático.

LA RESPIRACIÓN PRIMARIA:

CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA CRANEOSACRAL EN EL CUERPO


La Respiración Primaria es la primera y más importante respiración o instinto presente cuando el espermatozoide y el óvulo se unen para formar el cigoto.
Sin Respiración Primaria no se tiene la Respiración Externa (pulmonar) y la Interna (celular).
Entonces la Respiración Primaria sienta las bases para la Respiración Torácica y Celular, y las tres respiraciones juntas forman una unidad respiratoria central que armoniza coherentemente la estructura, el metabolismo y la psicología.

> A nivel estructural podemos observarla en la oscilación entre expansión y contracción de los músculos esqueléticos,cardíacos y lisos,en la flexión/extensión de huesos medianos y órganos desiguales,en la rotación externa e interna de huesos y órganos pares.
> A nivel metabólico se expresa por la oscilación entre anabolismo y catabolismo.
> A nivel psicológico se expresa con la oscilación entre la condición emocional de la depresión y la excitación.
Por lo tanto, la Respiración Primaria está estrechamente involucrada en la homeostasis, que es la capacidad de regular las condiciones biológicas (estructurales y metabólicas) para que el organismo vivo pueda responder adecuadamente a la supervivencia de sí mismo y de la especie.

Cada sistema fisiológico, nervioso respiratorio, circulatorio, digestivo, urogenital, endocrino y el sistema de eliminación es una combinación de partes anatómicas integradas dentro de un sistema funcional, que desempeña un papel específico en la preservación del individuo y de la especie.

EL SISTEMA CRANEOSACRAL : ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA

Se puede considerar el octavo sistema fisiológico mayor: El Sistema.
Consiste en los siguientes componentes anatómicos que incluyen el Sistema Nervioso Central (SNC)

Cerebro
Membranas intracraneales o Meninges (Duramadre, Aracnoide y Piamadre)
Líquido cefalorraquídeo (LCR)
Movilidad articular de los huesos craneales
Médula Espinal
Membranas Interspinales
Movilidad articular entre Sacro-ilíaco

La función del Sistema Craneosacral está principalmente implicada en dos acciones esenciales:

- mantenimiento de las cualidades homeostáticas del SNC favoreciendo la eficiencia funcional, el desarrollo psíquico y estructural, el crecimiento y la recuperación.

- Integración fundamental de todos los sistemas para generar una respuesta colectiva. 

Importante observar que los centros de control de la Respiración Interna o Celular se localizan en la zona del Tercer Ventrículo donde encontramos el Tálamo ,Hipotálamo y Pituitaria y los de la Respiración Externa o Pulmonar en la zona del Cuarto Ventrículo (Puente y Médula Alargada).

Ambos centros están situados en las paredes del sistema ventricular y por ello son sensibles a la fluctuación del LCR.
El LCR recibe la potencia de la Respiración Primaria y tiende a circular alrededor del núcleo sólido con el movimiento que se compara con el de una dinamo.
De esta manera, cargado de potencia influye en la fisiología de los centros vitales.

El LCR contiene iones, moléculas simples(h2,Co2 glucosa, etc.) y una variedad de macromoléculas biológicas activas que funcionan no solo como mensajeros endocrinos, sino que también actúan como neurotransmisores y neuromoduladores dentro del LCR.
La unión de los neuromoduladores con los receptores tisulares se ve facilitada o inhibida por la capacidad del LCR para recibir y transportar energía electromagnética, en otras palabras, por la calidad de su potencia.
A través de esta capacidad puede producir cambios estructurales en los receptores y así facilitar o inhibir estos enlaces.